8 de diciembre de 2007

Entrega de Diplomas más festejos


Llegar al colegio y algunas con el secreto en los labios, la entrada de los egresados, el cambio de banderas, cantar por última vez el himno como alumnos, la entrega de menciones, la entrega de diplomas, el discurso de Flor para Humanidades, el discurso de Yesi para Economía, el momento para recordar a Grisel, con la entrega del diploma, el pergamino, la virgen y el retrato de ella (hecho por Albert) para sus padres. El discurso de la profe de lengua, la oración de mi mamá.

La subida de todo el curso al escenario, con las fotos al mejor estilo paparazzi, la tirada de gorros a lo yankee, cortar el jumper y tener el uniforme deseado: pollera. Los bombos, platillos, redoblantes, banderas, pitos, papel picado y fuegos artificiales en la esquina de la plaza, con nuestra bandera “Barrilete ? no… sospecha!”, (que terminó colgada del la replica en pequeño de la Pirámide de Mayo), los cantos, puteadas, saltar, bailar y gritar y lo mejor… la vuelta por escobar más de 40 arriba del camión

Seguir haciendo ruido por Tapia de Cruz, cantando y gritando, hasta las 11.30 que (por fin) fuimos a comer, en una mesa de 40, desesperados por una porción de pizza. Después, a hacer tiempo hasta entrar a bailar, todavía con cantos y haciendo ruido, la plaza de la estación con las chicas e ir bailar hasta las 6 am

Mejor egreso imposible

6 de diciembre de 2007

Misa de fin de año


Que hermosa misa llena de sentimientos entrelazados de alegría y tristeza, recordando a Grisel en todo momento. Con nuestras manzanas que nos representaban como el fruto de todos estos años escolares, que después nos las comimos y metafóricamente, nos alimentamos de nuestro propio fruto. Terminada la misa, tuvimos un desayuno sorpresa con los profesores, con medialunas, budin, y chocolate caliente, y la perlita del día se la llevaron Cintia y Marisa (nuestras preceptoras) disfrazadas (con el jumper del colegio) y haciendo una parodia sobre nosotros con:
- "si llegue tarde, me pone media falta no?, ahh porque si me pone falta completa me voy"
- "Marisa ponete la corbata" "Eso no es una corbata Marisa, eso es el cinturon!"
- "Y los zapatos del colegio Cintia?"
- "Atate el pelo"
- "Las uñas Marisa, no las podes tener pintadas!!"
- "Que hacen maquilladas?"

26 de noviembre de 2007

War

Y bueno, cuando faltaba pan en la mesa, no hubo otra que mandarme a la guerra a cumplir con la patria...

23 de noviembre de 2007

Memories de un día de enero

y de aquel verano que quedó? nada, sólo rencores y enojos sin una razón. Una canción retumba en el recuerdo de aquel año junto a ti.
Un día de enero, te conocí y todavía su melodía me hace acordar a ti.
Me duele que haya terminado así, pero se que así es mejor, porque no eras para mí y ahora soy feliz porque entendí que lástimabas más de lo que curabas

18 de noviembre de 2007

Fiesta de egresados formal


Entrar del brazo de gonza con pau al ritmo suave de "The Bitter Sweet Symphony", sentarnos en las largas mesas los sesenta egresados. Las fotos al estilo paparazzi en las mesas ("no sé a qué cámara mirar chicas") Las palabras alusivas (más bien retos y tiradas al frente sobre cómo somos en clase) de Alejandro Asarchuk, el discursito de mi mami, Cintia, nuestra preceptora, cantandonos “Aprender a volar”, la entrega de nuestra nueva tarjeta de crédito del Banco Eternity. El regalo de nuestros papás, la foto grupal enmarcada, las fotos en la presentación, los aplausos a Grisel. Bailar, cantar… La murga, algunos disfrazados, otros con banderas, bombos, platillos, pitos y redoblantes, lio, ruido, atónitos de como haciamos contaminación sonora y eramos el centro de atención saltando en el escenario, las chicas de vestido, los chicos de traje, ciento veinte pies que hacian temblar los tablones. Fotos y más fotos. El carnaval carioca, con serpentina, espuma, papel picado, sidra en el pelo, en fin, un desastre como quedamos. Ir de ahí a místico y seguir de fiesta, ir hasta lo de vale, charlar y dormir hasta las 7.30 y volver a casa a dormir hasta las 2 del mediodía

9 de septiembre de 2007

El rol de la mujer


Luego de una lectura de “Sin Rumbo”[1] , podemos observar muchas características del Naturalismo en la obra de Eugenio Cambaceres, pero éste en la Argentina tuvo una diferencia con el resto, mientras que en otros lugares se planteaba la crítica a la Elite, en Argentina había una crítica a la sociedad popular.

Andrés, personaje principal de la obra es un claro ejemplo del desprecio hacia lo popular, aquello que considera menos, incluyendo a la mujer en ésta clasificación.

Es la herencia que le legó la sociedad de su momento, el de la Argentina del siglo XIX. Él la consideraba un ser inferior al hombre, dominado y débil. “¿… por qué hacerla igual al hombre, por qué atribuirle derechos que no era apta a ejercitar, por qué imponerle obligaciones cuya carga la agobiaban?”[2] El hombre y la mujer no estaban a la misma altura, ella tiene un papel secundario, siendo la satisfacción del hombre y la procreación (continuando la especie humana) la única razón de su existir; “¿no revelaban claramente su destino, la misión que la naturaleza le había dado, no estaban diciendo a gritos que era un ser consagrado al amor esencialmente, casi un simple instrumento de placer, creado en vista de la propagación sucesiva y creciente de especie?”[3] Ella estaba a la merced de su hombre y su vida giraba entorno a la suya. La actitud con ellas era de dominación y de indeferencia; sólo las utiliza para su goce personal. Donata, por ejemplo, era “una cosa, carne, ni alguien siquiera”[4] para el protagonista de “Sin Rumbo"

Andrés plantea que sólo la belleza ha sido otorgada a las mujeres, mientras que el hombre es inteligente, valeroso y fuerte; “la limitación estrecha de sus facultades, los escaso alcances de su inteligencia incapaz de penetrar en el dominio profundo de la ciencia”[5]

Claramente vemos como Andrés termina despreciando y aborreciendo a las mujeres, hasta el punto de exasperación, manifestando ese mismo sentimiento de repugnancia hacia ellas que hacia lo popular;

“La vecindad de Donata, sus carnes frescas y mojadas de sudor, ya un brazo, el seno, una pierna, el pie que Andrés, en su desasosiego constante alcanzaba a rozarle por acaso, bruscamente lo hacían apartarse de ella como erizado al contacto de un bicho asqueroso y repugnante”

La Amorini; “Era mala, ruin, ordinaria, vulgar. Sin dotes, sin talento, […] Repetía las cosas al revés, como lora, no le daba, no caía, no entendía, ¡era decididamente una bruta!...

Y hasta era fea: tenía los ojos metidos en la nuca, la punta de la nariz medio de lado, las orejas mal hechas, la boca grande, los brazos flacos y las piernas peludas, como piernas de hombre. […]Había momentos en que tentaciones brutales lo acometían: estrujarla, estropearla, insultarla, matarla y matarse él...” [6]

Su acercamiento a la mujer era con un mero fin de saciar su sed de lujuria, no quiso a ninguna, salvo a una. En definitiva fueron pocos los años en los que Andrés amó a una mujer, y ésta fue su hija, fruto de un capricho fugaz, de un neto deseo carnal por Donta. Al tener aquella creencia injusta de la mujer, temía por su hija, que correría con la misma suerte, ese ser pequeño por el que él hubiera entregado todo por su inmortalidad, que estaba “condenada a recorrer la vía crucis de su sexo”[7].

Es evidente en Andrés, el desprecio y la aborreción que le provocan las mujeres, era el mismo que por aquella clase popular, todo aquello que él consideraba inferior. Éste sentimiento de repugnancia queda latente por el tiempo que vivió su hija, su nacimiento hizo un cambio radical en su vida, dándole a Andrés la razón para finalmente entregarse a una mujer y desgarrarse ante su perdida.




[1] Eugenio Cambaceres, Sin Rumbo

[2] Cambaceres, op. cit.

[3] Cambaceres, op. cit.

[4] Cambaceres, op. cit

[5] Cambaceres, op. cit

[6] Cambaceres, op. cit.

[7] Cambaceres, op. cit.

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