Los labios enmudecidos deteniendo un desesperado grito de ayuda.
Una batalla interna entre el orgullo y la depresión.
Unos ojos cansados de llorar en silencio.
Es que de tanto en tanto se olvida de por qué todavía respira.
El título de una de las tantas obras de teatro del dramaturgo español Alejandro Casona.
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